Productos químicos peligrosos encontrados en productos cosméticos
Brindar bienes y servicios conforme a los estándares acordados.
Las autoridades nacionales de control de 13 países del Espacio Económico Europeo (EEE) comprobaron casi 4.500 productos cosméticos, principalmente examinando la lista de ingredientes, en busca de la presencia de ácido perfluorooctanoico (PFOA), ácidos perfluorocarboxílicos de cadena larga (PFCA) y sustancias relacionadas, y siloxanos cíclicos D4 y D5. Las autoridades descubrieron que 285 de los cosméticos inspeccionados incluían sustancias químicas peligrosas cuyo uso está prohibido en estos productos.
Estas sustancias no están permitidas en los cosméticos porque han sido identificadas como contaminantes orgánicos persistentes (COP) o (muy) persistentes, (muy) bioacumulables y tóxicos (PBT/vPvB) que afectan negativamente a la salud humana y al medio ambiente. Su uso está prohibido por el Convenio de Estocolmo sobre COP o restringido por el Reglamento REACH.
Según la experiencia nacional, la perfluorononil dimeticona se encontró principalmente en delineadores de ojos y labios, en forma de lápiz o crayón. Se encontraron D4 y D5 en acondicionadores y mascarillas capilares.
Por ejemplo, la perfluorononil dimeticona se degrada en PFOA y ácidos perfluorocarboxílicos de cadena larga. El PFOA y los siloxanos, D4 y D5, se descomponen lentamente en el medio ambiente y se acumulan en los seres humanos y otras especies. El PFOA no solo es persistente en el medio ambiente, sino que también es tóxico para la reproducción y se sospecha que causa cáncer. También se sospecha que el D4 daña la fertilidad.
The Finantial Times comentaba por su parte que la semana pasada, el Defensor del Pueblo de la UE dijo que los funcionarios de la UE habían violado las reglas del bloque al no cumplir los plazos para tomar decisiones sobre si prohibir o no productos químicos peligrosos. Dichos retrasos suponen una amenaza para la salud humana y el medio ambiente, ya que las empresas pueden seguir utilizando sustancias químicas, que pueden ser cancerígenas, mutagénicas, tóxicas para la reproducción o tener propiedades disruptoras endocrinas, durante el proceso de autorización, según el Defensor del Pueblo.
La Comisión Europea respondía por su lado que la aplicación adecuada de las normas, de las que son responsables los gobiernos de la UE, era fundamental para proteger a los consumidores.
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