La organización de la empresa social
Hacer de las comunidades donde se opera un mejor lugar para vivir y trabajar.
La investigación llevada a cabo en este trabajo sirve para abordar la teoría de las organizaciones sin fines de lucro y señalar que ésta se queda corta a la hora de dar cuenta de las asimetrías de información relacionadas con las capacidades y necesidades de los beneficiarios. El artículo nos presenta un modelo en el que los empresarios que reciben donaciones eligen la forma con o sin fines de lucro para dar a los beneficiarios (por ejemplo, programas de capacitación) o para formar empresas sociales que realizan transacciones con ellos (por ejemplo, integración laboral). El análisis realizado señala que cuando las capacidades de los beneficiarios varían mucho, los emprendedores forman empresas sociales para medir sus capacidades y adaptar los desembolsos de mayor calidad a sus necesidades. La alta variación en las habilidades de los beneficiarios y la fuerte preferencia de los empresarios por la calidad termina por llevar a las empresas a realizar transacciones únicamente con los beneficiarios, lo que iguala la calidad de la filantropía que pueda darse entre organizaciones con fines de lucro y sin fines de lucro.
Sin embargo, cuando los empresarios se involucran en algunas donaciones, las organizaciones sin fines de lucro brindan filantropía de mayor calidad, pero a menor escala que las con fines de lucro.
El documento señala que sin incentivos fiscales, los empresarios optan por las organizaciones con fines de lucro, incluso cuando las organizaciones sin fines de lucro brindan una filantropía de mayor calidad. Por otra parte, las deducciones fiscales, si son demasiado grandes, podrían reducir la calidad al promover donaciones ineficaces. Como conclusión. Las políticas que permiten a los empresarios comprometerse de manera creíble a realizar transacciones aumentan la calidad.
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